En el día de hoy volveré a la temática de las plantas y flores. Quizá muchos conocemos esta planta pero nunca hemos sabido su nombre. Muchas veces, de pequeños, hemos podido jugar con ella doblando su largo tallo y tirando para que su espiga saliese disparada como si fuera un proyectil.
Se trata del pie de liebre, un nombre un tanto curioso. Este nombre es debido a que la espiga se encuentra cubierta por unos pelos y tiene un tacto suave que recuerda a la oreja de un conejo. En Canarias se la puede conocer como llantén ovejero.
Este tipo de planta es bastante común en nuestros campos y fácil de identificar. Podemos encontrarla por toda la región mediterránea, en zonas de suelo seco, en los márgenes de los caminos y campos abandonados.
Esta planta pertenece a la familia de las plantagináceas (Plantaginaceae) y al género Plantago que es conocido comunmente como Llantén.
Como podemos observar lo que más destaca de esta planta es el largo tallo que posee que puede llegar a alcanzar los 15 centímetros, dando a la planta una altura total de unos 20 centímetros. En la parte inferior, a ras de suelo, podemos encontrar las hojas que son largas y algo estrechas.
Otra característica a resaltar son la especie de hilos que salen de la espiga y que acaban en unas diminutas hojas.
Se puede confundir con el Plantago Lanceolata, conocido como llantén menor o siete venas. Se diferencian en la espiga que poseen ya que la del pie de liebre es de un color blanquecino otorgado por la vellosidad sedosa por la que está recubierta. Otra diferencia es que la lanceolata tiene usos medicinales y la altura es mayor, llegando hasta los 50 centímetros.
Esta hierba es anual y la vemos florecer a principio de la primavera, concretamente entre los meses de marzo y junio.
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