Hoy dejaremos lo que habitualmente vengo publicando por aquí y nos adentraremos en el mundo marino, concretamente en el de los crustáceos para hablar de este cangrejo.
A mediados del mes pasado tuve la oportunidad de ir a la desembocadura del Río Foix, en Cubelles, y encontré este cangrejo. Nunca había visto un cangrejo tan grande como este. Estaba acostumbrado a ver los típicos pequeños que podemos ver en las rocas de la costa o en las playas.
Un vigilante, muy amable por cierto, me estuvo informando sobre estos animales. Me comentó que se trataban de cangrejos azules americanos y que era una especie invasora. Llegaron al Mediterráneo escondidos en las aguas de lastre de los barcos y los primeros se encontraron en el Delta del Ebro. Han estado capturando algunos para poder estudiarlos en profundidad ya que es una especie desconocida para nosotros. Originalmente este crustáceo vive en las costas de Nueva Escocia hasta el Golfo de México y en zonas meridionales como Uruguay. Forman parte del orden de los decápodos (Decapoda), es decir, que todos ellos poseen diez patas.
También me explicó que esta especie
puede causar efectos negativos en nuestro ecosistema, pero es lo que
ocurre cuando un invasor se introduce en un ecosistema del que no es
originario.
Como podemos ver, lo que da su nombre es ese color azulado de sus patas. Entre sus diez patas se encuentran las dos pinzas y dos apéndices traseros que los utilizan como remos. Las puntas de las pinzas son de color azul y las de las hembres de color rojo. Tienen bastante mal genio y no dudarán en hacer uso de sus pinzas.
El cuerpo está protegido por un exoesqueleto (caparazón) de tonalidad verdosa oscura. En los machos grandes este puede alcanzar los 23 centímetros de anchura.
Su alimentación consta de casi todo lo que tengan a su alcance, mejillones, caracoles, peces, plantas e incluso carroña. Si la comida escasea son capaces de recurrir al canibalismo, comiéndose a otros de su especie más pequeños.
Para terminar dejo un video de uno de ellos moviéndose con gran facilidad por el fondo del río y así también acabar con el mito de que los cangrejos caminan hacia atrás.
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