Sorpresa la que tuve, hace unas semanas, cuando encontré a esta ave escondida por la orilla del río Francolí a su paso por Tarragona. Justo detrás de un tronco de un árbol y entre unos arbustos, vi asomar una cabeza. No sabía que era, hasta que después de un rato se dejó ver completamente. Era un faisán común de precioso plumaje y gran colorido, jamás había visto alguno. Estaba algo asustado.
Además había otra cosa que me sorprendió y era ese extraño artilugio de plástico que portaba en el pico. En un principio pensé que era de algún corral y se había escapado. Pero no era así, me comentaron que ese extraño aparato era una anilla antipicaje. Esto era debido a que se hacen repoblaciones de faisanes y se transportan varios dentro de una misma caja. El viaje y el lugar en el que le van les provoca tal estrés que pueden llegar a arrancarse las plumas entre ellos y, por eso, se les coloca esa anilla. Algunos se escapan antes de tiempo y por ello lo encontré por la zona.
El faisán es un ave galliforme que pertenece a la familia de los faisánidos (Phasianidae), compuesta por aves robustas, de alas cortas y con plumajes coloridos entre las que se encuentran los gallos, pavos, perdices y los faisanes. Es procedente de Asia pero con el tiempo se ha ido introduciendo por diferentes países.
Se caracteriza por el gran colorido de su plumaje y su larga cola. Los machos son quienes tienen estas tonalidades brillantes que son el amarillo, rojo, verde, azul y castaño. Tiene un pico arqueado y fuerte. Sus patas son de color gris. La hembra y los jóvenes poseen el plumaje completamente marrón. Suelen llegar a medir 90 centímetros y pesar los 1,2 kilogramos, los machos, 63 centímetros y 900 gramos de peso las hembras.
Les gusta habitar en los bosques abiertos y las praderas. Se alimentan de materia animal y vegetal pero muestran preferencia por las semillas, frutas y hojas.
La época de reproducción comienza en el mes de marzo. Los faisanes practican la poligamia y pueden llegar a tener entre 6 y 10 parejas cada macho, peleándose entre ellos para ejercer control sobre ellas. El nido suele hacerse en el suelo, cercano a campos de cultivo. Ponen entre 8 y 12 huevos que son incubados durante 23 a 26 días. Los pollos pueden volar pasados los 11 días aunque seguirán unidos a la madre allá donde vaya hasta que se sientan realmente seguros.
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