Si algo podemos destacar del ave que tratamos hoy es la extraordinaria movilidad que tiene en su cuello, de ahí su nombre, Torcecuello. También su plumaje inusual que lo diferencia de los demás integrantes de la familia: los Pícidos (Picidae), dentro del orden de los Piciformes. Los que conforman esta familia son las aves que conocemos como pájaros carpinteros. Esta ave carece de las adaptaciones típicas de esta familia y es incapaz de perforar la madera. Su comportamiento es más parecido al de un paseriforme.
Se encuentra extendido por la Región Paleártica, desde las zonas más templadas de Europa pasando por Asia hasta Japón y en algunas zonas del norte de África. En España, aunque se encuentra bien repartido, es díficil de encontrar uno de similares características. De hecho es la primeria vez que veo uno de ellos.
Los lugares en los que se le puede ver son las regiones forestales abiertas y soleadas. También puede establecerse en huertos o jardines hasta incluso en parques urbanos.
Como podemos observar los colores de sus plumas no son los típicos de los pájaros carpinteros, que suelen tener colores llamativos. Recuerda más al de un chotacabras (es la primera impresión que tuve) o al de un ave rapaz, y le permite mimetizarse con su entorno.
El plumaje posee una tonalidad parda grisácea con diferentes moteados y barrados. Su cola es larga y redondeada con unas plumas blandas. No presenta dimorfismo sexual. Tiene un pico corto, algo que también le diferencia de sus parientes. En cambio sus patas si son más similares a las de los demás pícidos. Su canto incesante (ki-ki-ki-ki) tambiém recuerda a los de su género.
Tiene una longitud de 17 centímetros y una envergadura de 27 centímetros. Su peso puede oscilar entre los 30 - 40 gramos.
En cuanto su alimentación es principalmente insectívoro. Lo que más come son hormigas que las captura con su larga lengua, bajo las piedras o troncos. También se alimenta de otros invertebrados que captura por el suelo o en los troncos de los árboles.
En cuanto a su reproducción, como es incapaz de realizar excavaciones en los troncos, aprovecha las cavidades naturales o las realizadas por otros. Normalmente la época de reproducción comienza en abril o primeros de mayo. En estos agujeros que encuentra suele depositar en ellos de 7 a 10 huevos de color blanco. Estos son incubados principalmente por la hembra durante 14 días. Los pollos permanecen en el nido hasta los 22 días que es cuando estarán desarrollados completamente y ya podrán abandonar el nido. El torcecuello puede realizar una segunda puesta incluso antes de que estos pollos vuelen del nido. Durante esta época suele ser muy agresivo con sus congéneres y con otras aves que expulsa o cuyas puestas destruye.